No corras, piensa

Cada vez que veo jugar a Del Piero, pienso lo mismo y me entran ganas de hacerle un homenaje a modo de artículo pero es difícil empezar a escribir porque no soy periodista.

Su carrera siempre paralela a la de Raúl, símbolos de dos equipos grandes, delanteros goleadores, estrellas en su selección. El talento del italiano eran los títulos del español.
Empezaron muy prontos y su estrella se apagó antes de lo normal, algo habitual en jugadores que a los 27 años llevan diez años jugando cada tres días y que cada dos años tienen dos entrenadores distintos con métodos de entrenamiento deportivo distintos el uno del otro. Uno por las lesiones, el otro por agotamiento físico y mental, por intentar abarcarlo todo perdieron la chispa y la velocidad, el segundo que les hacía diferentes ya fuera en el desmarque o en la definición. En el fútbol hay un segundo que marca tu momento como futbolista (más allá de tu momento físico). El ejemplo es Beckham. Sigue en una forma extraordinaria pero después de más de un año fuera de la élite no es el mismo. Aunque llega a tope y con sprint explosivo, siempre llega un segundo tarde a la jugada, en defensa, es el ejemplo de kilometros y desgaste inefectivo. En ataque, más de lo mismo. La ejecución es perfecta, el momento no es el idóneo. Tarda en pensar, tiene un déficit en la toma de decisión que se acentua si juega de mediocentro. No piensa rápido, las defensas del Calcio se cierran, el Milán no tiene delanteros cabeceadores así que su fichaje es inefectivo.

Raúl y Del Piero, empezaba la cuesta abajo y era un momento de reflexión. El español escogió como solución correr más. Del Piero, todo lo contrario. Pensar más. En el fútbol hay que marcar la diferencia y el italiano es calidad técnica impresionante. La velocidad no lo es todo porque Del Piero necesita medio toque para orientar el balón y el cuerpo hacia donde quiere arrancar cuando otros necesitan tres toques para acomodárselo.

La clave del rendimiento de Del Piero nace cuando la Juve no tiene el balón. Equipo tácticamente perfecto en la basculación del 4x4x2, roba en su campo, pero roba donde quiere. Del Piero hace una presión pasiva y busca la segunda jugada cuando el equipo inicia el ataque vertical. Un delantero por delante, dos extremos a las bandas y dos mediocentros defensivos por detrás. Panorama perfecto para un falso 9 que es el 10 del equipo.

Cuando el equipo no tiene el balón, Del Piero busca el lado débil, hacer que está fuera de la jugada porque la Juve en defensa emplea muchos jugadores en la zona de balón y si partes el campo en dos por el centro, cuando el rival saca el balón por un lateral, puede haber entre 13 y 14 jugadores en el lado del balón y sólo 6 en el lado débil, entre ellos Del Piero. En 3/4 de campo, el italiano contra sólo 3 defensas cerca de su zona y Amauri, Nedved buscando el desmarque de ruputura, con el otro extremo haciendo un desmarque de apoyo. Si Del Piero cae a banda, el mediocentro ofensivo también hace un desmarque de ruptura y Del Piero finaliza con un pase interior.
La otra opción, sin balón, es la Juve presionando arriba. Libertad a los cuatro defensas pero tapando el pase a todos los medio centros. El equipo rival se mete atrás poco a poco y cuando Del Piero recibe la portería está a menos de 25 metros. En esa zona, no importa la velocidad sino la calidad técnica.

Los recursos del "crack" italiano son ilimitados. Su último pase es extraordinario, su disparo potencia y colocación y su regate vive del engaño y nadie como él. Su control marca diferencias porque empieza la jugada con ventaja y además sabe que va a hacer antes de recibir. Así todo es más sencillo.

Del Piero, no tiene la velocidad de los demás pero es mucho más rápido que ellos. Él, no corre, piensa.